Llovía afuera y yo sin paraguas; pero no quería llegar tarde, así que salí del hotel sin pensarmelo dos veces
(No había viajado cientos de kilómetros para que una tormenta me restase horas de su compañía).
Y es que, aún no me lo creía.
Apenas seis meses antes nos conocímos por Internet y allí estaba ... empapado; pero todo por estar con él.
Los primeros veinte minutos de retraso se los perdoné pensando que no todos vivímos las cosas con la misma intensidad.
Pero a la media hora, decidí telefonearle.
- " Oscar ? " -
- (sorprendido) " No..., no está " -
- " Y tú, ... ¿ quién eres Tú ? " -.
ostia ¡¡¡ que palo...
ResponderEliminarEs que por internet hay mucho trastornao, verdad Gonzalo?
Como pá irte con cualquiera, men.
algunos castillos aéreos son habitables, otros, no ;)
ResponderEliminarSolo por Internet?
ResponderEliminarY es que como dice Itziar,... nada más algunos "Castillos" pueden terminar siendo el hogar de uno.
Pero claro! hasta que no pasas el portón, curioseas por torres y almenas... no sabes si terminará siendo tu morada.
Saludos a los dos.
Se puede fantasear igual de bien en cualquier "lugar" da lo mismo que sea en un café, en un castillo, o al otro lado de la red...los fantasmas son porque sí y no siempre es fácil darse cuenta, ni a tiempo ni a "destiempo".
ResponderEliminarGonzalo, me ha encantado eso de -"no todos vivimos las cosas con la misma intensidad"- es... dolorosamente real.
Te dejo un beso.
VolVoreta,... pues también a mí me ha gustado eso de:
ResponderEliminar-"...los fantasmas son porque sí y no siempre es fácil darse cuenta, ni a tiempo ni a "destiempo"-.
(que gran afirmación y que bueno es tenerla bien clara).
Un besazo.