-"¿ No le regalarías también el collar ? porque con tal de contentar a tu sobrina, eres capaz de subir al tejado más alto, para coger la Luna, si te la pidiese ( la dije molesto; pero no más que otras veces ).
Como se aprovecha de tí! cosa que estrenas, cosa que se le encapricha. No debieras consentirla tanto!"-.
-"Ya no se trata de eso (me responde). Tengo que confesarte algo (dejándose caer en el sillón ); me esta chantajeando"-.
-"¿ Qué ?"- ( la pregunto; pero disfrazadamente sorprendido, porque sospecho, que la hija de mi cuñado sabe -igual que yo- quién es su verdadera madre ).
Su verdadera madre...?
ResponderEliminarO su verdadero padre?
Ahi se abre otra disyuntiva...
Un saludo men.
Me encantan tus relatos!!
ResponderEliminarNo sé cómo demonios haces para explicar tanto en tan pocas palabras!!
Siempre me quedo con ganas de más!!.
Un beso (felino ;)
Alberto,... estas a todas!(jejeje). Me obligas a destripar el Relato.
ResponderEliminarLa mujer -que es una buenaza, la pobre- se lo hizo con su cuñado; y él es un buen tipo (muy buen tipo) -solo tiene ojos para su hermana- pero se "enrredó" aquel fatídico fin de semana con ella.
Nuestra tía consentidora, desaparece y da a luz sin que se entere la familia. Solo es el padre de la futura niña, el que la alienta y ayuda desde la distancia, con la idea de adoptar a la criatura, llegado el momento.
Adopción que consentirá su mujer sin saber la verdadera procedencia del bebé -claro está!-, porque ella, es estéril y sabe de la ilusión por ser padre de su marido.
Por otra parte, nuestra protagonista consiente porque piensa que así, podrá estar siempre cerca de este amor imposible.
Pero su "inocente" sobrina (hija, en realidad) se entera de la historia y se vale de ello para conseguir todo lo que quiere; caprichos que cada vez van siendo más difíciles de conceder.
Pero la amenaza de contárlo todo...
Lo que no sospecha la mala de la película es, que su tío -que adora a nuestra sufridora- lo sabe tambien.
...Y hasta aquí puedo contar.
Pues Ana, al bueno de Alberto, he tenido que darle más explicaciones porque con semejantes preguntitas...
ResponderEliminarDesde luego, ha sido un placer descubriros.
Un saludo.
El "bueno" (ja! ;) del Sr. Cuéllar escribe dos "preguntitas" y tú vas y "destripas" la historia!!??
ResponderEliminarGonzalo!!
Por Dios!
Mantén el tipo!!
No, si la culpa es mía!!
Tendría que haberte avisado de lo peligrosos que pueden resultan esos puntos suspensivos con los que finaliza sus frases...
Jajajajaja
Un abrazo, escritor!
PD; Te aseguro que el placer es todo mío.
:)
La luna!!
ResponderEliminarainss que cosas me encanta!
jajaja, esto da para dos buenos culebrones, uno de sesión de tarde y otro en horario de adultos! Saludos!
ResponderEliminarAna, ciertamente no he sabido mantener el tipo y mira que tambien yo, soy de usar puntos suspensivos, eh! pero leídos en otro...
ResponderEliminarAhora! te agradezco el aviso, porque así sé a que atenerme en futuras ocasiones
:)
Aniña,... que verdad es tu afirmación: -"la Luna!"-
porque si tiene esa influencia en el mar, las cosechas, etc... Qué no influenciará en el comportamiento humano?
Como dice TaniaGuper, vaya culebrón!
(jeje) Gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario. Que ganas tengo de ver más, en tu Blog. Venga, anímate!
Un saludo.